• Tinas: fíjate en su capacidad, expresada en litros, y en su profundidad. En promedio, una tina estándar contiene entre 110 y 200 litros. También considera el largo de la tina. Compara la longitud de la tina con tu estatura, aunque lo ideal es que la pruebes y te recuestes en ella.
• Receptáculos: revisa si se trata de un diseño a ras de suelo o si tiene profundidad. En el primer caso, hay que considerar realizar una ligera pendiente y un sistema de desagüe que funcione en óptimas condiciones, o bien incluir ranuras en el suelo que ayuden con la descarga de agua.
• Tinas: fíjate en su capacidad, expresada en litros, y en su profundidad. En promedio, una tina estándar contiene entre 110 y 200 litros. También considera el largo de la tina. Compara la longitud de la tina con tu estatura, aunque lo ideal es que la pruebes y te recuestes en ella.
• Receptáculos: revisa si se trata de un diseño a ras de suelo o si tiene profundidad. En el primer caso, hay que considerar realizar una ligera pendiente y un sistema de desagüe que funcione en óptimas condiciones, o bien incluir ranuras en el suelo que ayuden con la descarga de agua.