¿De qué color?
Una opción con la que tendrás pocas posibilidades de equivocarte son los tonos neutros y básicos, que además son un aporte de frescura y naturalidad para los espacios. No olvides que los colores intensos resultan atractivos a la vista, pero es preferible usarlos en espacios amplios para que no produzcan cansancio ni disminuyan la sensación de amplitud. Esto también ocurre en el caso de los estampados, ideales para dar vida a las habitaciones amplias, aunque no son los indicados cuando se trata de ambientes con pocos m2.