Beneficios e instalación de purificadores de agua

Generalmente, un purificador funciona a través de una tecnología llamada osmosis inversa y se compone de 4 etapas que logran la purificación del agua.
Primera Etapa: Elimina sedimentos mayores a 5 micras. Además protege a la membrana para que no se tape con sedimentos.
Segunda Etapa: Elimina cloro, principal razón del mal sabor del agua. Este es adherido para potabilizarla.
Tercera Etapa: Membrana semipermeable. El corazón del equipo y la encargada de hacer la tarea de purificación. Aquí, a través de la presión y del proceso de osmosis inversa se eliminan las sales minerales y metales pesados que están presentes en el agua.
Cuarta Etapa: Elimina cualquier cosa que pueda haber quedado en el tanque de acumulación.

Es importante contar con el espacio suficiente debajo del lavaplatos para su instalación. Además, se debe perforar la cubierta para poder instalar una segunda llave donde obtendrá su propia agua pura. El hogar debe contar con una presión por sobre 30psi, de esta forma llenará su tanque de acumulación sin problemas. Por cada litro de agua purificada se rechazan 4 litros de agua potable. Una vez que el tanque llene su capacidad, este dejará de rechazar agua y solo volverá a producir lo que se va consumiendo.

La primera y segunda etapa se debe reemplazar cada 6 meses, la tercera etapa cada 2 años y la cuarta etapa cada 1 año.