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¿Cómo elegir una cocina para tu casa o departamento?

Puede que te estés cambiando por primera vez, o te encuentres renovando un dispositivo antiguo que ya pasó su vida útil. En cualquier caso, lo más seguro es que te enfrentes a una variedad de opciones que desconocías. Para ayudarte a saber cómo elegir una cocina para tu casa o departamento, hemos preparado esta guía donde detallamos y explicamos cada una de las opciones.

Puntos a considerar

Al momento de evaluar cómo elegir una cocina para tu casa o depatamento, tienes que considerar estos criterios claves para hacer la selección correcta.

¿Cuánto espacio tienes disponible?

Es un factor definido por el área de tu cocina y el diseño de ésta. Si el espacio es amplio y dispone de una zona cuadrada y despejada, la solución más inmediata es instalar una cocina tradicional, que combina los quemadores y el horno en una misma estructura.

En cocinas de área reducida es importante optimizar el uso del espacio y es algo que puedes lograr con una encimera y un horno independiente. Estos equipos los puedes conseguir con medidas distintas para que escojas aquellos que mejor se ajusten a tu espacio.

Considera que para la instalación de la encimera necesitas hacer un corte sobre la cubierta del mueble de la cocina para empotrar el equipo.

De igual modo debes tener un espacio habilitado debajo de la encimera o en un mueble tipo columna para ubicar el horno.

¿Qué tan grande es tu familia?

Tienes que fijarte que la cocina elegida ofrezca suficiente espacio para realizar las preparaciones que consume tu familia.

En apartamentos de una persona o parejas sin hijos, puede brindar un buen rendimiento una cocina de 2 a 4 quemadores.

En familias pequeñas (de 3 a 4 integrantes) una cocina de 4 a 5 quemadores cumplirá la tarea. Las familias numerosas o aquellos que se dedican a la cocina de manera profesional, les resultará más conveniente equipos con más de 5 quemadores y de igual modo un horno de gran capacidad.

¿Cuál es tu estilo?

Aunque las cocinas tradicionales han adoptado terminaciones cada vez más modernas, son las encimeras las que tienen una apariencia más vanguardista.

Estas se caracterizan por su construcción limpia, con los instrumentos mínimos para su funcionamiento, que permite crear decoraciones minimalistas.

Las cocinas tradicionales también tienen su encanto para quienes les gusta la ambientación más conservadora. Incluso puedes conseguir modelos fabricados totalmente en acero inoxidable que aportan una apariencia robusta y de última generación.

¿Qué tipo de combustible tienes disponible?

Desde el punto de vista del costo, el uso del gas para cocinar representa de 9% a 50% de ahorro en comparación con la electricidad. Al comparar los combustible gaseosos, el gas licuado en Chile es hasta 18% más económico que el gas natural para usos residenciales, de acuerdo a mediciones de años recientes. El gas natural es un combustible gaseoso que se distribuye exclusivamente por tuberías.

El gas licuado se distribuye en forma líquida y comúnmente se vende en cilindros para uso doméstico, aunque algunos proyectos habitacionales cuentan con tanques de mayor capacidad que distribuyen este combustible por tuberías a cada una de las unidades.

Toma en consideración que el gas natural emite menos dióxido de carbono que el gas licuado y que también se dispersa más rápidamente, lo que reduce el riesgo de explosiones. En caso de fugas, el gas licuado tiende a concentrarse, es por ello que los cilindros y tanques con este combustible líquido deben ubicarse en sitios ventilados.

Comprueba con la administración de tu comunidad el tipo de combustible disponible en tu hogar.

Lo más importante, el sabor

Si no puedes renunciar a las papas fritas y huevos fritos con bordes crujientes, quizás la mejor opción sea una cocina a gas. Esto se debe a que el gas mantiene constante la temperatura de las cocciones, lo que es óptimo para platos tradicionales y guisos.

En las cocinas de vitrocerámica o inducción se requiere de mucha técnica y paciencia para reproducir la textura crujiente y la riqueza del sabor de las cocciones lentas.

¿Cómo elegir una cocina tradicional?

Tipo de combustible

En cuanto al combustible con el que funcionan, puedes encontrar tres opciones de cocinas tradicionales: gas natural, gas licuado y eléctricas. De las tres, las de gas natural son las que tienen el costo energético más bajo y son las que emiten menos contaminantes.

En comparación con el gas natural, el gas licuado suele tener un costo ligeramente más alto y también produce más contaminantes por mayor contenido de azufre. Ambas requieren de una instalación certificada para evitar fugas y garantizar la seguridad de tu hogar.

Si por algún motivo necesitas cambiar la clase de gas que utiliza tu cocina, es un trabajo que puedes solicitar al servicio técnico del fabricante de tu equipo o algún técnico certificado. Este proceso consiste en cambiar los inyectores de los quemadores y los hornos, porque el gas natural circula a mayor presión que el gas licuado. También podrás encontrar cocinas eléctricas, aunque son más difíciles de conseguir, ya que en la actualidad tienden a venderse más las encimeras y hornos separados que los aparatos "todo en uno". Las cocinas eléctricas con quemadores de placas de hierro son las que tienen mayor gasto energético, debido a que este material consume más tiempo y energía para calentarse.

Material de fabricación

Existen acá dos alternativas: las que tienen una estructura metálica con un revestimiento de pintura especial, y las de acero inoxidable. Estas últimas ocultan mejor las manchas, pero debes verificar que no sea una cocina cromada o con recubrimiento, ya que ante los golpes, pueden generar fracturas que finalmente son muy fáciles de oxidarse en el largo plazo. El ideal acá es que la estructura completa sea de acero inoxidable.

Material de fabricación

Hay prestaciones importantes en las que debes fijarte para elegir la cocina tradicional más funcional, por ejemplo:

  • Cubierta de vidrio templado: es una tapa superior que se cierra sobre los quemadores, de resistencia ligera, que amplía el espacio de trabajo de tu cocina. Puedes aprovecharla para apoyar objetos o preparar platillos cuando la cocina se encuentre apagada.

  • Doble horno: puedes encontrar cocinas tradicionales con dos hornos de gas o híbridos, ya que uno de ellos funciona con electricidad y el otro a gas. Esto puede ser muy útil para cocineros profesionales o si realizas muchas preparaciones al horno.

  • Timer: es un control que permite fijar el tiempo exacto de cocción y que normalmente activa una alarma sonora para avisar cuando ha pasado el lapso seleccionado.

  • Puertas de hornos desmontables: es un atributo muy práctico si usas con frecuencia el horno, ya que puedes sacar las puertas cuando requieras hacer una limpieza profunda.

Cantidad de quemadores

Existen modelos pequeños de 1 o 2 quemadores. Son ideales para familias pequeñas o personas solteras. Este tipo de modelos los puedes encontrar en versiones portátiles donde incluso existen alternativas eléctricas o a gas propano.

Las cocinas de 4 quemadores son las más tradicionales. Esta alternativa la encuentras en los modelos con horno incorporado o como encimeras, que deberás instalar en un mueble preparado para ello. 5 o más quemadores son de utilidad cuando se trata de familias muy numerosas o para personas fanáticas de la cocina que tal vez quieran hacerse un ingreso extra.

Instalación

Asegúrate de que debajo del área de la cubierta donde vas a empotrar la cocina no exista nada que obstruya el encastre de la cocina encimera.

El encastre es la zona donde se ubican las resistencias y el enchufe para conectar la cocina; es la parte que queda oculta al instalarla. Comprueba que las medidas del encastre de la cocina elegida se ajusten a las condiciones de tu espacio.

Los expertos también recomiendan instalar la cocina encimera con una separación de 5 cm de la pared trasera y 10 cm de las paredes laterales.

Tipo de combustible

En el mismo orden de importancia, está elegir la cocina en función del combustible que utilice. Existen dos grandes categorías: a gas y eléctricas. Veamos ahora cuál es el desempeño de cada una de estas opciones.

Gas

Existen equipos adaptados para funcionar con gas natural o gas licuado. 

  • El primero se distribuye exclusivamente por tuberías y el segundo se presenta en cilindros de uso individual o tanques para surtir edificios por una red de tuberías. 
  • El gas natural es mayoritariamente metano, por lo que se consume como se obtiene. Su único procesamiento es añadirle un olor artificial para que pueda ser detectado en caso de filtraciones. Registra menos emisión de contaminantes y es más económico que el gas licuado. 
  • El gas licuado es un compuesto de butano, polipropileno y propano que se distribuye en forma líquida en contenedores cilíndricos y produce una llama más intensa que el gas natural, por lo que tiene capacidad para calentar más intensamente. Sin embargo, estas cualidades hacen que tienda a concentrarse más en caso de fuga, por lo tanto, es necesario ubicar los cilindros en lugares bien ventilados. 
  • Ventajas: Es más económico que la electricidad. Calienta más rápidamente que las cocinas eléctricas. Las preparaciones sobre llama directa conservan mejor los nutrientes y sabores de los alimentos. 
  • Desventajas: Los quemadores se ensucian más rápido por el hollín y el derrame de alimentos. Necesitan de una limpieza periódica. El uso del gas implica una instalación certificada.

Eléctricas

Existen distintos tipos de cocinas eléctricas, partiendo por la vitrocerámica, que comenzó a aparecer en la década del 70. La ventaja de estos dispositivos es que no necesitas un gas o líquido combustible para operar con ellas, lo que representa un significativo incremento en la seguridad del hogar.

Las variantes disponibles son las siguientes: 

  • De placas de hierro fundido: poseen resistencias eléctricas que traspasan el calor a platos de hierro fundido. 
  • Ventajas: Permiten usar una gran diversidad de utensilios. No requieren productos especiales para su limpieza. Tardan en enfriarse después de apagadas, lo que permite aprovechar el calor residual para completar las cocciones de los alimentos.
  • Desventajas: Son las más lentas del mercado para calentarse. Tienen un consumo eléctrico muy elevado.

Inducción

  • Generan un campo magnético que calienta el recipiente, pero no la superficie de cristal.
  • Requieren el uso de utensilios adaptados para cocinas de inducción, con una base de material ferromagnético.
  • Ventajas: Solo calientan el recipiente, lo que evita el riesgo de quemaduras por contacto o que se peguen los alimentos si llegan a desbordarse. Son fáciles de limpiar. Tardan menos en calentarse lo que permite ahorrar energía.
  • Desventajas: Tienen un alto costo de adquisición. Solo se pueden usar ollas o sartenes especiales para cocinas de inducción. No traspasan calor a utensilios de aluminio, barro, vidrio o cerámica. Es más difícil reproducir el sabor de los platos tradicionales.

Vitrocerámica

  • Es una opción intermedia entre las cocinas a gas y de inducción.
  • Genera calor por unas resistencias eléctricas situadas bajo el cristal. 
  • Calienta todo lo que se coloque sobre el plato, por lo que requieren mayor esfuerzo de limpieza si llega a desbordarse algún líquido o alimento. 
  • Ventajas: Tienen un costo de adquisición menor a las de inducción. Permite usar utensilios de diversos materiales (hierro, barro, aluminio). Genera calor residual, por lo que después de apagar el quemador continuará cocinando por cierto tiempo. 
  • Desventajas: Demoran más en calentarse y enfriarse. Mayor consumo eléctrico. La limpieza debe hacerse con productos especiales para evitar rayar la superficie.

Encendido eléctrico:

Es una pequeña chispa eléctrica que sirve para encender el fuego de los quemadores. Normalmente las cocinas tradicionales con esta función también permiten encender electrónicamente el horno. Te ahorra la necesidad de usar fósforos o encendedores.

Válvula que corta el gas:

Es un mecanismo que corta el suministro de gas cuando se apaga la llama. Es una medida de seguridad que acaba con la preocupación de estar fuera de casa sin saber si dejamos abierto el suministro de gas de alguno de las quemadores.

Cubiertas de acero inoxidable:

Las cocinas y encimeras con este material destacan por su fácil limpieza y estilo moderno. Es un metal que resiste los cambios de temperatura, desbordamiento de líquidos y cargas de los alimentos a lo largo de su vida útil.

Cubiertas de cristal templado:

Es usado para la superficie de las cocinas eléctricas de vitrocerámica o de inducción. El cristal de las cocinas de vitrocerámica debe limpiarse con una crema especial para evitar que se dañen.

Parrillas de hierro fundido o enlozadas:

Son los soportes responsables de sostener los recipientes sobre los quemadores. Las rejillas de hierro fundido garantizan alta resistencia a las cargas y son de larga durabilidad. La terminación enlozada evita la adherencia de las salpicaduras de alimentos para facilitar la limpieza de estos componentes.

Quemadores de triple anillo o corona:

Es una innovación que han implementado algunos fabricantes. Consisten en quemadores con triple salida de fuego, resultando en una potencia 20% superior a los demás quemadores. Es especial para freír, utilizar wok y colocar grandes ollas y/o sartenes.

Platos de doble circuito o ampliables:

Es una facilidad de algunas cocinas eléctricas y consiste en platos con una circunferencia interna y externa, las cuales se pueden encender de manera independiente. La ventaja es que permite encender el círculo más pequeño para recipientes chicos y se activan los dos cuando se utilizan ollas o sartenes de mayor diámetro.

Panel digital:

Controles táctiles para elegir la temperatura de los platos o quemadores. Es un sistema que se usa mayoritariamente en cocinas eléctricas.

Indicador de calor residual:

Es una señal luminosa que indica cuando los platos aún tienen una temperatura elevada (60 °C o más). Este es un mecanismo de seguridad infaltable en cocinas de vitrocerámica, porque después de que se apagan los platos de cristal tardan en enfriarse.

Desconexión por derramamiento de líquido:

Es un complemento de seguridad que incluyen algunas cocinas eléctricas de inducción, que desconecta el panel de control cuando detecta que un objeto o líquido cubre los sensores.

Desconexión automática:

Es un mecanismo que corta la corriente cuando detecta que se dejaron encendidos por error uno o más platos o también cuando no hay cambios en la potencia después de cierto tiempo.

Tamaños y medidas importantes a considerar

El primer factor a considerar es el espacio con el que cuentas para instalar el horno. Ten presente que el horno empotrable tiene 2 juegos de medidas: la de la cara frontal, donde se ubica el panel de control y la puerta, y la medida del encastre, que corresponde a la parte posterior del equipo y queda oculta al empotrar el aparato. En el caso de Chile, existen 2 medidas estándar para el fondo del mueble donde se ubica el horno empotrable: una con una profundidad de 50 cm y el estándar europeo de 60 cm.

Contempla dejar unos centímetros en el fondo para disipar el calor que genera durante su funcionamiento, ya que algunos hornos a gas requieren instalar un conducto al exterior para evacuar el calor y los gases de la combustión.

Para cocinas pequeñas puedes conseguir hornos compactos de 45 cm de ancho. La medida estándar es de 60 cm de ancho y los extra grandes llegan a tener 90 cm de frente. El tamaño del equipo determina la capacidad de las preparaciones que pueden contener. La mayoría de los hornos suelen tener una capacidad de 57 litros y los que tienen una cavidad más grande pueden manejar un volumen de 74 litros.

Tipos de horno

Lo siguiente es evaluar las diversas configuraciones de hornos para escoger la que mejor se ajuste al tipo de uso que le quieres dar:

Hornos convencionales: Es el modelo más tradicional, calientan el aire en el interior a través de dos resistencias eléctricas, ubicadas en la parte superior e inferior de la cavidad. Los controles permiten calentar una o ambas zonas de calor. La resistencia superior suele denominarse grill y es muy útil para gratinar y dorar.

Hornos de convección o con ventilador: tienen las zonas de calor del modelo anterior y además incorporan un ventilador en la parte trasera del horno. Este complemento hace que circule el aire caliente resultando en una cocción más uniforme. Logran cocinar en menos tiempo alimentos que requieren calor contínuo, como por ejemplo carnes asadas o guisos.

Hornos de pirolisis: tienen la configuración de los hornos de convección pero además cuentan con un sistema de autolimpieza que eleva la temperatura interior hasta 500 °C para convertir los restos de grasas y alimentos en cenizas. Una vez apagados, los residuos carbonizados se pueden retirar fácilmente con una escobilla o un paño.

Hornos hydroclean o aqualisis: la diferencia con el modelo anterior es que tienen un mecanismo de autolimpieza que funciona con vapor de agua, logrando que la grasa se desprenda y se pueda remover sin esfuerzo con un paño.

Hornos de vapor: incluyen las prestaciones de los hornos de convección pero añade el modo de vapor. Satisface las exigencias de las cocinas profesionales. Los alimentos cocinados al vapor se caracterizan por ser crujientes por fuera y jugosos por dentro.

Hornos a gas: no son tan comunes los hornos a gas independientes, aunque sí son complementos muy usados en las cocinas tradicionales de estructura completa. Por ello tienen un costo de adquisición más alto. En compensación el gas es más barato que la electricidad y produce menos emisiones contaminantes que otras fuentes de energía. El gas genera un calor más húmedo que el eléctrico, evitando que los alimentos se resequen.

Hornos con microondas: integran varias funciones en un solo equipo. Los modelos más completos suelen contar con sistema de pirolisis, vapor y se pueden utilizar como un microondas. Son una alternativa cuando hay limitaciones de espacio o en cocinas profesionales.

Hornos eléctricos sobrepuestos: no requieren instalación y se pueden colocar sobre cualquier superficie de la cocina. Se consiguen en diferentes medidas y suelen tener una configuración convencional o con ventilador.

Frecuencia de uso y tamaño de tu familia

De acuerdo a la regularidad de uso y la cantidad de personas en tu hogar te convendrá una opción más que otra.

Horno convencional compacto: Para usos esporádicos y grupos familiares de menos de 3 personas.

Horno con ventilador: Para grupos familiares de 4 o más personas, además cuentan con mayor variedad de programas de cocción.

Hornos a vapor: Para cocineros profesionales y usuarios frecuentes. Reducen el tiempo de aseo y mantención.

Otras prestaciones claves al escoger un horno

Eficiencia energética: el horno es uno de los electrodomésticos con mayor consumo eléctrico, por ello escoge un modelo con clasificación energética A para reducir el impacto en tu factura.

Precalentamiento rápido: es una función muy útil para acelerar las preparaciones al horno. Hay que usarlo solo cuando sea estrictamente necesaria, ya que aumenta el consumo eléctrico del horno.

Rango de temperatura: los hornos normalmente funcionan a temperaturas de entre 50 y 250 °C. Aunque, si sueles hacer preparaciones más especializadas, considera equipos que puedan cocinar a temperaturas bajas de 30 °C e incluso algunos llegan a 270 °C.

Niveles para cambiar la altura de bandejas y parrillas: son ranuras que te permiten variar la posición de las parrillas o bandejas al interior del horno.

Bandejas extraíbles: las parrillas o bandejas tiene rieles telescópicos que se extienden completamente, esto reduce la posibilidad de quemaduras al sacar recipientes y fuentes.

Puertas de tacto frío: es un diseño de seguridad que mantiene a temperatura ambiente la tapa del horno, esto se logra mediante la construcción con varias láminas de cristal termorresistente.

Luz interior: es un complemento ampliamente extendido en los hornos porque permite monitorear la preparación de los alimentos sin necesidad de abrir la puerta, lo que ahorra energía y reduce los tiempos de cocinado.

Forma de apertura de la puerta: el modo más común son las puertas abatibles con un movimiento de arriba hacia abajo. También hay modelos que abren lateralmente hacia la derecha o la izquierda. El tipo de apertura debes elegirlo en función del espacio de instalación.

Limpieza catalítica: es un sistema de autolimpieza que aprovecha el calor del horno, mientras está en funcionamiento, para disolver los restos de grasa y suciedad. Por ello estos hornos tienen paredes rugosas, que retienen la grasa sin que llegue a adherirse. La remoción de la suciedad se realiza con un paño seco después de que el horno se haya enfriado.

Ventilación tangencial: es un sistema de disipación del calor que usan la mayoría de los hornos eléctricos. Consiste en un ventilador que atrae aire frío y lo mezcla con el aire caliente que emite el horno, después lo distribuye alrededor para mantener a una temperatura segura la superficie del horno y el mueble donde está empotrado.

Consejos de uso de los hornos

  • Aprovecha la energía que consume el horno preparando varios platos a la vez o porciones considerables de alimentos.
  • Evita usar el horno para recalentar o descongelar alimentos, ya que hay otros métodos y aparatos que usan menos energía para realizar estas funciones.
  • No apagues el horno justo antes de completar tus preparaciones, se recomienda apagar unos minutos antes para que el calor residual complete el punto de cocción.
  • Considera bloqueadores de las puertas y protectores en el panel de control del horno para evitar que los niños puedan abrir la tapa o puedan encender el horno.

Cuidados y Eficiencia energética

Es importante tener ciertos cuidados al usar cocinas y hornos. Además, es bueno recordar algunos tips para aumentar su eficiencia energética.

Eficiencia energética

  • Siempre que sea posible, tapa las ollas o sartenes mientras estés cocinando, esto ayudará a concentrar el calor y conserva mejor los sabores y nutrientes de los alimentos.

  • Si los sartenes y ollas que utilizas tienen bases con abolladuras además de una mala imagen, también tardarán más en calentarse y, por tanto, gastarán más energía.

  • Si tienes utensilios en estas condiciones es momento de cambiarlos. Usa recipientes de un tamaño proporcional a la cantidad de alimentos que desees preparar.

  • Para cocciones largas, utiliza ollas de presión y ahorrarás tiempo y energía.

  • En cocinas de vitrocerámica aprovecha el calor residual para terminar de completar la cocción de los alimentos.

  • Esto lo puedes hacer apagando el quemador 5 minutos antes de que se cumpla el tiempo estimado de cocción.

  • Cuando necesites hervir agua para preparar alimentos, solo utiliza la cantidad necesaria. Ya que entre más agua añadas más tiempo y energía requerirá para calentarse.

Cuidados y limpieza

  • Trabajar con una cocina y horno limpio mejora el desempeño de estos aparatos, ahorrándote tiempo y energía. Por ello es importante que los mantengas limpios. Para la limpieza de las puertas de vidrio, superficies de acero inoxidable y aluminio de tu cocina se recomienda utilizar un paño o una esponja suave con detergente suave o desengrasante.

  • No se recomienda usar limón o solvente en la limpieza. Tampoco se recomienda utilizar papel aluminio sobre la cubierta de acero inoxidable o en el piso del horno. Cuide su encimera a gas limpiando cualquier resto de líquido o alimentos que se hayan derramado sobre los quemadores.

  • Espere a que el aparato se haya enfriado y limpie cada componente del quemador con esponja, agua y jabón. La limpieza regular de los quemadores evita que los orificios y ranuras se obstruyan, disminuyendo su rendimiento y elevando el riesgo de accidentes. En las encimeras con cubierta de vidrio templado limpia al instante los líquidos derramados, así se ahorra el esfuerzo de remover restos pegados de comida. El azúcar fundido o alimentos con alto contenido de azúcar deben removerse inmediatamente del área de cocción con la ayuda de una raqueta de vidrio.

Consejos de uso y medidas de seguridad

  • La cocina deberías instalarla en un sitio protegido del viento, por eso no se recomienda ubicar debajo de ventanas o en un punto expuesto a corrientes de aire, ya que la brisa podría apagar la llama dejando escapar el gas sin que se consuma.
  • vita la caída e impactos de objetos duros o puntiagudos en la superficie del cristal y en sus bordes.
  • La primera instalación de la cocina al suministro de gas y cualquier reparación debe ser realizada por técnicos debidamente certificados.
  • En equipos eléctricos, asegúrate que los enchufes estén en buen estado para evitar averías.
  • Considera conectar un protector de voltaje si vives en una zona con fallas constantes de la luz.
  • Contempla disponer de detectores de humo, extintores y extractores de humo en tu cocina para reducir el riesgo de incendios.
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